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Mostrando entradas de febrero, 2012

Una oración de David (Salmos 55)*

1 Escucha, oh Dios, mi oración; no pases por alto mi súplica. 2 ¡Óyeme y respóndeme, porque mis angustias me perturban! Me aterran 3 las amenazas del enemigo y la opresión de los impíos, pues me causan sufrimiento y en su enojo me insultan. 4 Se me estremece el corazón dentro del pecho, y me invade un pánico mortal. 5 Temblando estoy de miedo, sobrecogido estoy de terror. 6 ¡Cómo quisiera tener las alas de una paloma y volar hasta encontrar reposo! 7 Me iría muy lejos de aquí; me quedaría a vivir en el desierto. 8 Presuroso volaría a mi refugio, para librarme del viento borrascoso y de la tempestad. 9 ¡Destrúyelos, Señor! ¡Confunde su lenguaje! En la ciudad sólo veo contiendas y violencia; 10 día y noche rondan por sus muros, y dentro de ella hay intrigas y maldad. 11 En su seno hay fuerzas destructivas; de sus calles no se apartan la opresión y el engaño. 12 Si un enemigo me insultara, yo lo podría soportar; si un adversario me humillar

En medio de la tragedia, nos afirmamos en la Esperanza

Ayer platicaba con un amigo, y de alguna manera reflexionamos sobre todo lo que ha pasado en nuestras vidas y alrededor de nosotros recientemente. Cuando el dolor es más fuerte, cuando la tragedia pega tan cerca y cuando la enfermedad irrumpe de forma inesperada, las cosas se ven como son en este mundo: inciertas . El sentimiento de incertidumbre y vulnerabilidad se hace muy real y muchas cosas en el corazón también se descubren. Dios parece ajeno, pero NO, en medio de todo es cuando lo vemos más claro, cuando habla con más fuerza. "Él que está sentado en el trono es soberano y reina", son las palabras que nos decimos y nos animan en estas últimas semanas. Justo habíamos estudiado Apocalípsis con algunos estudiantes para el campa regional, y ahora nos acercábamos al evangelio de Juan para compartirlo en un estudio bíblico de los miércoles. Dios había hablado afirmando sus propósitos y mostrándonos quien es. Había preparado el corazón, y yo sólo puedo contar lo que yo he viv