Es muy grato escuchar a mis alumnos "filosofar", escuchar cómo piensan, verles tratando de acomodar sus ideas, participando con sus dudas y preguntando sobre cosas que no están permitidas, por un genuinno deseo de aprender. Me emociona saber que puedo escucharles, guiarles en la discusión y enseñarles un poco de lo que he aprendido de mis maestros. Aprendo junto con ellos y descubro algo del espíritu humano: un anhelo por creer. Espero ser parte y constructora de lo que nuestro Dios no limitado a las barreras religiosas y sociales puede hacer. Sólo elevo mis ojos rogando para que el propósito se cumpla, para ser de quienes construyen en la vida de otros y también de quienes derriban aquello que ha de ser reemplazado o renovado.
Escribiendo de lo cotidiano, hablando sobre Dios, la vida, el mundo, la misión, las y los amig@s...