Entre muchos libros, pensamientos y papeles, me siento perdida, siento que la monumentalidad de mis proyectos me sobrepasa, la frustración me inunda. Pero cuando después de un día de trabajo, de clases, de reflexiones sobre la historia, la vida, la realidad, la memoria y todo aquello que puede constituirse como una fuente para el quehacer historiográfico, me detengo. No siempre mi corazón y mi mente se detienen con mi cuerpo, e incluso a a veces mi cuerpo se resiste a parar, pero quedo rendida ante el sueño y el cansancio. Hoy fue un día de esos, que entre las complejidades, lo único que resuelta cuerdo es lo sencillo, lo sencillo. Y no es que sea sencillo porque no sea profundo, sino sólo un niño lo podría entender. Sólo alguien como un niño lo puede experimentar. Tú nos lo has querido revelar, nos has querido decir como eres, y ahí es donde yo reposo, aún cuando el mar interior esté revoloteándose. Porque a pesar de todo lo que hago, Tú me eres suficiente. Gracias por llamarme anoche, y en esta mañana a considerar tus palabras, a considerar tu yugo, la ligereza de tu carga, tu descanso y por la invitación renovada a conocerte. Quiero vivir como una niña en los brazos de su madre, sabiendo a quien le pertenezco, en quien se encuentra mi valía, mi refugio, mi amor...y todo lo necesario.
Me fui tres días (dos noches) y Luciana se quedó su papá y con la ayuda de los tatas, el tito, su abue y su tía. Tenemos toda una tribu que nos acompaña. Aún así, viajar sin ella fue UNA DE LAS DECISIONES MÁS DIFÍCILES QUE HE TOMADO. No estoy exagerando, sentí como algo en mí se des-configuraba y hasta dolía. La decisión de viajar me ha costado ver muy adentro de mí misma, mis miedos y mis propias expectativas. La maternidad me ha llevado de la mano para evaluar mi vocación y limitaciones. Toda esta experiencia está provocando algo en lo profundo. Luciana tiene 15 meses, camina, se expresa, habla muchas palabras sueltas y entiende muy bien lo que le decimos, en inglés y en español. Es una niña muy fuerte, sociable y sabe bien lo que quiere, juguetona, gritona y de más observadora. Dejarle por estos días parecía ir contra mi naturaleza. Me cuestionaba mis propios principios y al mismo tiempo se reflejaban miedos y mentiras impuestas. Físicamente era demandante, sacarme leche y tirar...
Comentarios
Publicar un comentario