Algunas
ideas para los cristianos que no les interesa la política:
1. Todo acto es político, porque es público, aún el hecho de no votar es un acto político (probablemente irresponsable si la razón es la indiferencia). "Aunque la enseñanza de Jesús no fue abiertamente política, trastornaba las estructuras injustas, desafiaba la opresión y le afirmaba a la gente que había un reino nuevo que se caracterizaba por ser justo y porque la verdad, y no las promesas políticas, libra a las personas." John Stott
2. Como cristianos, que seguimos a Jesús, debemos vivir y llevar TODA nuestra vida bajo el Señorío de Cristo, por tanto, nuestra participación ciudadana y nuestra responsabilidad social deben verse bajo esta luz. ¿Por quién votar o no votar? Eso debe responderse responsablemente.
3. Como cristianos no debemos casarnos con proyectos políticos como si éstos fueran la respuesta al mal social e individual, porque ningún proyecto o partido es el Reino de Dios, sin embargo, debemos buscar el Reino de Dios y su justicia en esos contextos. Debemos apoyar y luchar por quienes luchan por el amor, la justicia, el perdón, la reconciliación, la paz, el atender a los débiles y lo que nos garantice un estado laico para seguir compartiendo del Evangelio con libertad. Sin embargo, ni un cristiano ni una iglesia debe igualar su opinión a la verdad o luchar a nombre de los “cristianos” o de los “evangélicos” porque al final, somos falibles.
4. ¿Cómo elegir a un candidato? Creo que no podemos decidir en base a una sola política, ni tampoco podemos dejarnos llevar por lo que los medios de comunicación dicen o lo que la mayoría piensa. Dios nos dotó de razón y debemos usarla. Les animo a investigar las propuestas, a pensar las necesidades de nuestro país, a no decidir por beneficios personales o de comunidades eclesiásticas que tienen intereses políticos comprometidos, sino por el bien común y la justicia social.
5. Desarrollemos una cosmovisión cristiana que conoce a la Biblia como una totalidad y que no saca a versículos de su contexto para justificar opresión política o argumentos que nos llevan a la pasividad. Salgamos a votar, conscientes de esa responsabilidad de ser sal y luz. Oremos a Dios por nuestro país, porque aquí nos ha tocado vivir y el llamado es ser sal y luz.
Oremos por
la voluntad de Dios en nuestro país, porque Su Reino venga, salgamos a
votar, denunciemos la politización de las iglesias, pero respondamos
a nuestra responsabilidad social y política e involucrémonos.
Excelente. Me gustó sobre todo el punto 3 y digo que en vez de buscar el Reino de Dios y su justicia en esos contextos, es proclamar el Reino de Dios, porque nosotros ya somos parte del Reino. No lo vamos a buscar en la política, porque ahí no está. Pero bien podemos contagiar a la sociedad de justicia, amor, perdón,etc. Bien podemos como cristianos utilizar "la politica" como herramienta, para proclamar el evangelio.
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