Al observar a Luciana en su primer año me lleno de asombro. Ella expresa todo, nos dice lo que quiere y es persistente en conseguirlo. Es una bebé que ama los animales y los libros, casi con tanta insistencia como a su mami por las noches o a su nana cuando la ve. Luciana ha dicho varias palabras, “vamos”, “agua”, “ta” (lechita), “do” (dog), “buelo” (abuelo), “mamá”, “papá”, “tata”, “nana”, “to” (tito), “teta” y “moon”. Ella dice más cosas, pero no las entendemos, aunque cuando le preguntamos sabe mover bien su cabeza para decir “ti” (si) o no. Mi anhelo es que ella siga encontrando su voz y dando voz a los que no la tienen, que sea perseverante y terca en luchar por la verdad y la justicia y que siga amando a la naturaleza y los libros. Luciana ha disfrutado del amoroso cuidado de sus tatás, sus abuelos, sus tías y su tito, y de los abrazos de muchos tíos y tías postizos del mundo de la obra estudiantil. Es una niña amada, y crece sabiendo que al llorar hay brazos que la ar...
Escribiendo de lo cotidiano, hablando sobre Dios, la vida, el mundo, la misión, las y los amig@s...