Como he compartido anteriormente , una de las cosas a las que Dios ha llamado mi atención es el tema del tráfico humano. Estando en Vancouver, una bella ciudad, la tentación es olvidar los problemas que aquejan el mundo y pueden ignorarse si decidimos cerrar los ojos. Así que, aparte de estudiar mucho, pensar, orar, correr, disfrutar el tiempo acá y sufrir la distancia, este tema no desaparece para mí. Confieso que aún me falta mucho por aprender, pero aún más me falta amar y por eso quiero compartirles un poco mi caminar en las últimas semanas y meses en relación a esta injusticia global. No he sabido bien qué hacer con la información y la incomodidad recibida. Abdiel y yo hemos platicado de comenzar a donar regularmente a alguna organización que trabaje directamente en el rescate y restauración de mujeres y niñ@s que han vivido este horror. Hay momento en los que oro, me informo más y estando acá corrí una carrera de 5km para apoyar a una organización que trabaja en la re...
Escribiendo de lo cotidiano, hablando sobre Dios, la vida, el mundo, la misión, las y los amig@s...