Estoy en Chihuahua. Eso es una realidad en mi vida, junto a muchas otras que no son tan evidentes. Disfruto estar en otra ciudad, con otra gente, una cultura diferente, perspectivas y sueños compartidos... Disfruto mi trabajo porque es un regalo de Dios, me maravilla ver lo que Dios está haciendo entre los estudiantes de otros lugares y me emociona saber que se mueve de forma muy especial en el Norte de México, donde hemos sido tan golpeados por la violencia, el narcotráfico, la corrupción y la muerte. "Los campos están listos para la ciega", estas palabras de Jesús están en mi mente, y estando acá lo veo con claridad. Hay necesidad de obreros y de seguidores de Jesús dispuestos a asumir la universidad como campo de misión, a hacer el trabajo sencilllo pero dificil de compartir el evangelio y la vida con el prójimo , con el estudiante que está a su lado. Este tiempo también es diferente, porque inaugura un tiempo de viajes, seguramente más constantes, por el Noroeste del país...
Escribiendo de lo cotidiano, hablando sobre Dios, la vida, el mundo, la misión, las y los amig@s...