Hay días en que estoy más sensible que otros. Esta última semana ha sido así. Entre el dolor físico, el dolor profundo del corazón, las heridas del pasado y otros dolores de quienes amo, ha sido difícil "soportarlo". Creo que en la vida he sufrido poco, no he visto lo que otros han visto o sentido el dolor tan profundo como otros, pero me duele también. Y no logro entender cómo es que Dios habita en el dolor humano, por qué ha decidido hacer allí su morada y cómo lo soporta... Sin embargo, sino fuera así, creo que no podría creer en Dios, creo que no sería relevante para mi vida, ni para la de muchos. No me gusta que duela, y sin embargo, este año muchas cosas han dolido. Mucho no lo entiendo, y otras que tal vez nunca las comprenda. Y no quiero huir del dolor de la vida, no creo que deba, no creo que se pueda vivir en este mundo sin dolor. Entre más crezco, entre más "adulta" soy, más me duele ver el mundo, más me cuesta soñar, y más me aferro a no ...
Escribiendo de lo cotidiano, hablando sobre Dios, la vida, el mundo, la misión, las y los amig@s...