Hace unos meses recibí una invitación privilegiada de predicar en una boda, la de dos amig@s amad@s y cercanos. Les vi comenzar su camino con Jesús y he sido testigo del poder transformador de Dios, de Su Vida en la vida de ellos y de las implicaciones de seguir Sus pasos. Para Henry y Tere* Efesios 5: 21-33 (NVI) 21 Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. 22 Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. 23 Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo. 24 Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo. 25 Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella 26 para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, 27 para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra...
Escribiendo de lo cotidiano, hablando sobre Dios, la vida, el mundo, la misión, las y los amig@s...