Tiene más de un mes que no puedo detenerme a reflexionar escribiendo. Los viajes están llenos de aventuras que quisiera compartir, pero muchas veces no tengo la oportunidad de sentarme a escribir y reconozco que no lo he hecho prioridad.
Ciudad Universitaria, Ciudad Juárez |
- Uno de los mejores momentos fueron con un par de estudiantes que hace 2 años no confiaban en mi y ahora me consideran amiga.
- Dios llegó antes que Compa a Chihuahua y movió a estudiantes por su Espíritu...mi pregunta es: ¿cómo sumarme a Su mover? ¿Cómo servir sin imponer? ¿Amar sin limitar y promover la iniciativa estudiantil?
- Los estudiantes están listos para ser desafiados en su fe y quieren indagar sobre las implicaciones sociales de sus convicciones personales
- Hay universitarios listos para hablar de Dios y de Jesús, pero no quieren escuchar sobre religión
- Las iglesias cristianas y su cultura evangélica han hecho mucho daño al Evangelio... muchos no conocen a Jesús ni Su Palabra, ¿cómo responder? ¿cómo actuar con humildad, valentía y sagacidad?
Ahora, que no estoy en Chihuahua, ni en Sonora, ni he podido ir a Sinaloa o la Baja Sur, sólo puedo orar. No es una forma de resignación, es una confianza renovada en un Dios que actúa y está trabajando, movilizando a otros e invitándonos a la misión. Ahora no puedo escribir mucho, no puedo estar allá con los estudiantes, no puedo charlar y acompañarles, pero puedo orar. Expreso así mi confianza en un Dios bueno, actúo con valentía ante las fuerzas del mal, y me preparo, para hacer lo que Dios guíe en las oportunidades que surgen. Así aprendo también lo que Pablo hacía por los Colosenses a quienes no conocía, los amaba y oraba por ellos.
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