Ayer pasé una tarde inolvidable: linda compañía, rica comida y copas rebosante de la gracia de Dios... Ya he escrito sobre esto, hace 7 meses me invitaron a dirigir un estudio bíblico con mujeres jóvenes, comenzamos muchas. La idea era estudiar sobre algunas encuentros de Jesús con mujeres, a partir de los evangelios. Al paso de las semanas eramos menos y al final del año quedamos 3. Después estudiamos Ruth y ahora vamos a una tercera parte del evangelio de Marcos. La experiencia ha sido maravillosa y he aprendido más de lo que ellas podrían imaginarse. Cada miércoles hay sorpresas agradables, confesiones, reconocimientos y mucho agradecimiento a Dios por lo que ha venido haciendo a través de su Palabra. Para mi ha sido algo diferente, después de trabajar con estudiantes y jóvenes por años y tener el privilegio de seguir haciéndolo hoy, este estudio representaba todo un desafío. Cada vez que nos reunimos, me doy cuenta de las formas en que Dios trabaja: 1) Él es quien teje las historia...
Escribiendo de lo cotidiano, hablando sobre Dios, la vida, el mundo, la misión, las y los amig@s...