En la publicación pasada agradecí muchas cosas a Dios por el año que está terminando. Sin embargo, en estos últimos días también me he detenido a pensar en las cosas que deben cambiar en mi vida ; algunas requieren de disciplina, perseverancia y constancia, pero en cuanto a otras tengo poco o nulo control sobre ellas. He pensado mucho en lo que dejé de hacer (y no debí), en lo que no hice caso a Dios, lo que decidí apresuradamente y sin pedir sabiduria; también me he arrepentido y llorado, he considerado lo que podría mejorar y en aquello hacia lo que debo inclinar mi corazón, o pedir a Dios ayuda de manera muy específica. Este año fue bueno, pero no quiero lo mismo para el próximo. Mi mayor anhelo, es conocer mejor a Jesucristo, al Dios encarnado, y que cada día pueda vivir reconociendo que sí Él es Señor del Universo y a la vez mi tierno Pastor, yo quiero quererlo sólo a Él y preferir sólo Su voluntad. Anhelo que Él sea mi mayor sueño y qu...
Escribiendo de lo cotidiano, hablando sobre Dios, la vida, el mundo, la misión, las y los amig@s...