Este es mi trabajo y mi placer. Si hacer la voluntad de Dios produce un gozo indescriptible, el servir en la obra estudiantil ha sido esto. Tampoco ha sido perfecto, pero ha sido bueno, como todo lo que Dios hace. He aprendido mucho más de mis amigos estudiantes que lo que yo he podido enseñarles. Y les estoy agradecida. Han abierto sus corazones y me han dejado abrir el mio. Me han enseñado a escuchar y ponerme en sus zapatos o huaraches. Me han dejado servirles. Me he sentado bajo los árboles, hemos abierto la Biblia y el corazón. Hemos compartido chai, café, té, nieves de yogurt, sushi y otras cosas. Hemos hecho galletas juntos y un pastel de chocolate con crema de cacahuate, un día bailamos salsa y otros más los hemos pasado frente al mar o soñando juntos. Me han visto cansada y no siempre en mis mejores momentos. Me han perdonado cuando he fallado y han señalado mis errores con amor. En las diferentes relaciones con cada uno de ellos a quienes tengo el gusto de servir de manera in...
Escribiendo de lo cotidiano, hablando sobre Dios, la vida, el mundo, la misión, las y los amig@s...