“Luchando juntos”
La reconstrucción entre
todos
Nehemías es largo y está lleno de personas diferentes,
hombres y mujeres que se comprometieron a reconstruir el muro. Es un trabajo de
todos y es un lindo cuadro donde las personas ponen lo que tienen a su alcance.
Así es la obra de Dios, Dios usa lo que hay, lo que tenemos y lo que nos ha
dado es para la obra, es IMPOSIBLE hacerlo solos. Nos necesitamos unos a otros
y cuando hay diversidad hay mucha riqueza, pero también….
Los conflictos y el sufrimiento son inevitables. La
Biblia es un libro realista, nos muestra la miseria del pecado, pero también
las maravillas de la gracia. Si hay algo que se puede asegurar para nosotros
en la vida, en la obra y en el
ministerio, es que habrá dificultades. No podemos escaparlas, y estas pueden
ser dos tipos principalmente. Así como lo vemos en Nehemías 4.
Externas. Los externos para
Nehemías son Sanbalat y Tobias, que desde el principio se opusieron a la
construcción del muro. La razón parece ser que ellos se beneficiaban ante la vulnerabilidad
de la ciudad, pero con Nehemías ellos ya no podrían “gobernar” Jerusalem y
Judá, perdiendo así algunos privilegios. Ellos estaban muy molestos, se encargaron
de ridiculizar y criticar a Nehemías y a la obra, se enojaron mucho, se burlaron
e inclusive se dispusieron a atacar la ciudad. Fue una fuerte oposición y podemos
imaginar la experiencia de la burla, la crítica, el ser atacados y
ridiculizados, etc. No es fácil recibir esto ni tampoco estar viviendo
situaciones que pueden provocar desánimo. Imagínense cómo se sentían ellos, muy
vulnerables y frágiles, con la amenaza de un ataque inminente. Pero eso no es
todo….
Internos. También hay factores
internos que representan dificultades. Las personas en la obra se sintieron
cansados y desanimados. El trabajo había sido mucho y ahora lo veían muy
difícil de completar, perdieron y lo vieron ENORME. ¿Les ha pasado que el cansancio o la depresión engrandecen los
problemas y pierden la perspectiva? Así estaban ellos, y aparte se creyeron
lo que decían los enemigos y sus mismos compatriotas judíos empezaron a
decirles “los van a atacar por todos lados”. ¡Era una situación difícil, había
muchísimos riesgos y peligros!
Pero, amigos y hermanos, así es la vida. El amor a Dios y al prójimo implica riesgos
y peligros, de hecho, es de las cosas más peligrosas si uno lo hace bien.
Jesús nos muestra que el amor se expresa mejor al dar la vida por otros, que el
seguirle implica negarnos a nosotros mismos y muchas veces repite que en el mundo
habrá aflicciones, que seremos perseguidos, burlados, criticados y hasta
heridos o muertos por su causa. Es el costo de seguirle. No debemos cuando la
oposición llega, pero nos pasa porque hemos creído en una versión del cristianismo
que elimina el sufrimiento, idolatra la comodidad y el bienestar personal. Pero
no podemos hacerlo más, necesitamos arrepentirnos y asumirlo el precio. No es
fácil, al menos para mí no lo es y he tenido que arrepentirme. Habrá dolor pero
es ahí donde muchas veces conocemos a Dios más profundamente. La esperanza es
que el dolor y el sufrimiento acabarán y la muerte será absorbida por la vida, y
mientras tanto sabemos que Dios camina con nosotros en los valles más oscuros y
nos da recursos para PERSEVERAR.
Los recursos para la
perseverancia:
Oración. Nehemías ora 1 y otra
vez. Nehemías ora mientras camina la vida y se presentan problemas, no es un
místico que huye del mundo; es alguien que entiende que Dios está presente e
interesado en “nuestras cosas”. Cuando lo critican (v.4) Nehemías ora sus emociones,
su enojo y su deseo de venganza. Las oraciones de Nehemías no son frases bonitas
o arregladas, él expresa y vive ante Dios su realidad. Nehemías debió leer los
salmos y encontrar expresadas todo tipo de emociones; Dios no se ofende, al
contrario, nos invita a ir a Él con lo que tenemos siempre. Al orar reconocemos
nuestra fragilidad y necesidad de protección. Nehemías no separa la oración de
acción. La oración no nos exime de actuar, mas bien nos hace conscientes de que
Dios está con nosotros y eso nos lleva a vivir de manera diferente, haciendo lo
imposible, arriesgándonos por amor, etc.
La historia/memoria. Otro
recurso del que Nehemias echa mano es la historia (v.14) y es que los seremos humanos
somos de memoria corta; se nos olvida lo que Dios ha hecho en el pasado y
fácilmente nos amedrentamos. Pero, ¿no les ha pasado que cuando miran hacia
atrás y toman el tiempo de recordar lo que el Señor ha hecho su actitud cambia?
Abdiel y yo hacemos esa práctica de manera constante y esto hace que en los
momentos difíciles recordemos con más disposición lo bueno que ha sido Dios en
el pasado. Su Palabra nos ayuda a recordar lo que Dios ha hecho.
La obra es de Dios. Esta es
una realidad que posiblemente nos repitamos, pero que estemos lejos de vivir
plenamente. Existe una tensión en el pasaje porque Nehemías y el pueblo hacen
todo lo que está en sus manos, pero también reconocen que es Dios quien peleará
por ellos (v.20). Éstas son buenas noticias, porque si la misión dependiera de
nosotros, hubiera fracasado al comienzo. Tal vez el mejor acercamiento sea el
que escuché hace tiempo: “Trabajemos como si todo dependiera de nosotros y
descansemos/confiemos como si todo dependiera de Dios.” La obra es de É, Dios
la sostiene y nosotros tenemos el privilegio de ser sus colaboradores.
El ejemplo de otros. Otro recurso
para perseverar es el ejemplo y testimonio de otros que han corrido la carrera antes
o que corren con nosotros. Nehemías era de ejemplo para la gente, era un líder
siervo. El ejemplo de otros siempre me ha animado; creo que somos una
generación carente de modelos y estoy agradecida porque en el ministerio
estudiantil he conocido gente que me inspirar a amar y servir.
Poniendo las cosas en
orden.
En el capítulo 5 se presentan problemas al interior del pueblo,
cosas que necesitan resolución. El pueblo estaba pasando por injusticia y abuso
a los más pobres, ¿les suena? Imaginemos el caso: Muchos hermanos y hermanas
israelitas fueron vendidos como esclavos a otros pueblos y con trabajo y esfuerzo
fueron rescatados de vuelta por sus hermanos. Después, los mismos gobernantes y
ricos judíos estaban explotando a los mas pobres, prestándoles y cobrándoles
interés (usura) y ante la imposibilidad de paga les quitaron sus tierras y
tomaron como esclavos ¡a sus propios hermanos! Cuando Nehemías escucha esto se
enfurece, pero tiene dominio propio, reflexiona y entonces regaña a los nobles
y gobernantes. La ley prohibía tales prácticas, protegía a los pobres y más débiles.
El dinero debía ser usado y administrado como un recurso prestado por Dios para
favorecer a todos y no para la explotación o el enriquecimiento personal. La
ley dada a Moises entendida en su contexto fue verdaderamente revolucionaria,
protegía a los niños, mujeres, pobres y extranjeros como ninguna otra ley en el
mundo antiguo. Nehemías le deja claro a los líderes que ellos están mal y que
el abuso al pobre es un afrenta a Dios. La relación aquí es clara: el explotar
y abusar de cualquiera es no tomar en cuenta a Dios. Los cristianos tenemos una
responsabilidad de amar y procurar la dignidad de todos, en especial de los
marginados. Debemos ser ejemplo al mundo de esto.
Justicia. Hoy, los ejemplos de
cristianos que luchan en favor de la justicia no son muchos, pero si los hay.
El cristianismo, históricamente ha sido una fuerza de preservación de la vida y
dignidad de las personas. ¡Cuánto falta que hoy los cristianos nos
identifiquemos con las causas en pro de la justicia y que no separemos la evangelización
de las acciones por la vida y la justicia!
Integridad. Por último,
requerimos de integridad. La madurez cristiana significa que cada vez existe
menos disonancia entre nuestra vida privada y pública. La integridad es coherencia
entre lo que creemos y cómo vivimos. Esta es muchas veces la evidencia más
clara de Dios en nuestras vidas, y para esto necesitamos de la comunidad, que
nos pule y nos invita a crecer. No podemos caminar solos. Necesitamos aprender
a observar nuestra vida: tener cuidado de nosotros mismos, vivir en comunidad y
ser humildes.
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