En medio del tiempo que he tratado de usar para descansar, he retomado un libro de ensayos de Lesslie Newbigin (A Word in Season)*. Ha llamado mucho mi atención su tenaz crítica a la cultura occidental, unido a su búsqueda por hacer del evengelio un mensaje pertinente para el mundo, y fiel a La Palabra. El habla de que nuestros dos peligros al comunicar el evangelio son la irrevelencia y el sincretismo. Al mismo tiempo, logra explicar la forma en que funciona el pensamiento occidental, en su forma más elemental, y los riesgos que la dicotomía entre el espacio publico y el privado tienen para la Palabra de Dios. Necesita desenmascararse la división entre "los hechos" y "las creencias" porque esto finalmente lleva al Evangelio al plano de una simple opción de creencia religiosa, que se vive en lo privado. Newbigin es muy enérgico al mostrar que no existe tal separación entre hechos y creencias, pues "los hechos" no se sostienen por sí mismos, también se necesita creer en ellos. Los "hechos" de las sociedades occidentales son su marco de referencia para ver al mundo, donde la religión es relegada al espacio de lo privado, y por lo tanto relativizada.
Creo que cuando entendemos esta dimensión del mundo donde vivimos y porqué la gente piensa cómo lo hace, nos ayuda a presentar y vivir el evangelio de Jesús de una manera más consciente. Esto es bueno, porque pensamos nuestra fe a partir de las preguntas de nuestro contexto y podemos explicar a otros la razón de nuestra esperanza. De igual forma, debemos explicar que el evangelio, según nos dice Newbigin, no son sólo "hechos", sino que toda la realidad debe entenderse a partir de la revelación de Dios en Cristo encarnado, cruficado y resucitado. Es decir, el evangelio es ahora, y debe ser siempre, nuestro marco de referencia para comprender la realidad del mundo, reconociendo que todo conocimiento requiere que partamos de algo. Aun el mundo occidentalizado tiene su propia "fe", para creer los hechos en los que cree, pero muchas veces no lo sabe....
En sus palabras: "The gospel is not a set of beliefs that arise or could arise from empirical observation of the whole human experience. It cannot be based upon inductive reasoning. It is the announcement of a name and a fact that offer the starting point for the whole lifelong enterprise of understanding and coping with experience. It is new starting point." (79)
* "The Cultural Captivity of Western Christianity" en Lesslie Newbigin, A word in season. (Eerdmans, Edinburg: 1994), 66-79.
Creo que cuando entendemos esta dimensión del mundo donde vivimos y porqué la gente piensa cómo lo hace, nos ayuda a presentar y vivir el evangelio de Jesús de una manera más consciente. Esto es bueno, porque pensamos nuestra fe a partir de las preguntas de nuestro contexto y podemos explicar a otros la razón de nuestra esperanza. De igual forma, debemos explicar que el evangelio, según nos dice Newbigin, no son sólo "hechos", sino que toda la realidad debe entenderse a partir de la revelación de Dios en Cristo encarnado, cruficado y resucitado. Es decir, el evangelio es ahora, y debe ser siempre, nuestro marco de referencia para comprender la realidad del mundo, reconociendo que todo conocimiento requiere que partamos de algo. Aun el mundo occidentalizado tiene su propia "fe", para creer los hechos en los que cree, pero muchas veces no lo sabe....
En sus palabras: "The gospel is not a set of beliefs that arise or could arise from empirical observation of the whole human experience. It cannot be based upon inductive reasoning. It is the announcement of a name and a fact that offer the starting point for the whole lifelong enterprise of understanding and coping with experience. It is new starting point." (79)
* "The Cultural Captivity of Western Christianity" en Lesslie Newbigin, A word in season. (Eerdmans, Edinburg: 1994), 66-79.
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