Me gusta oler la canela, el chocolate, la tierra mojada, el café. Algunas cremas huelen a vacaciones, la carne asada a sábados familiares y el mar a esos espacios con Dios.
Cuando escucho los truenos recuerdo su protección, el silencio y los pajaritos son lindos compañeros. Las olas...
Me encanta ver los atardaceres pintados a mano, la gente y los niños jugando, los bosques y la diversidad de su imaginación.
Disfruto los abrazos, el descanso, el consuelo, la adrenalina al correr. El agua sobre mi cabeza y la arena de mar entre mis dedos.
Gozo comer, me gusta el chocolate que sabe a Oaxaca y Paris, los tés de otras patrias y todo lo que endulza el paladar.
Cosas sencillas que me regresan a lo básico. Amo al que todo lo hizo y da la bendición para probarlo.
Maravillas ordinarias; sentidos para disfrutar, gente con quien compartir y una presencia constante.
Cuando escucho los truenos recuerdo su protección, el silencio y los pajaritos son lindos compañeros. Las olas...
Me encanta ver los atardaceres pintados a mano, la gente y los niños jugando, los bosques y la diversidad de su imaginación.
Disfruto los abrazos, el descanso, el consuelo, la adrenalina al correr. El agua sobre mi cabeza y la arena de mar entre mis dedos.
Gozo comer, me gusta el chocolate que sabe a Oaxaca y Paris, los tés de otras patrias y todo lo que endulza el paladar.
Cosas sencillas que me regresan a lo básico. Amo al que todo lo hizo y da la bendición para probarlo.
Maravillas ordinarias; sentidos para disfrutar, gente con quien compartir y una presencia constante.
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