La primera vez que vi esta imagen fue en Escocia, en casa de unos misioneros que habían pasado algunos años en Uganda. Me impactó. Desde entonces he buscado algo así que, de manera simbólica, identifique a Jesús con los pueblos latinoamericanos, pero aún no lo encuentro...
Lo que más llamó mi atención es la intención de quien pintó el cuadro. Un Jesús africano, comiendo con sus discípulos durante la última cena. ¿Habría necesidad de dibujarlo así? El color de piel de Jesús no es lo importante, pero que nosotros mostremos a Jesús tal y como lo dice la Biblia sí lo es.
Jesús es Dios con nosotros, el que se hizo hombre, se identificó en todo con nuestra humanidad, sus tentaciones, dolor y humillaciones, para que así pudiéramos conocer a Dios. Me sigue pareciendo fascinante tal amor, pero también es desafiante en su modelo. Ante esto, podemos preguntarnos:
¿Cómo es el Jesús que presentamos a otros?
¿Cómo hemos hecho para ayudar a nuestros amigos a descubrirlo y
ver su respuesta ante nuestras realidades?
¿Qué tan cercano es el Jesús que conozco?
¿Cómo hemos hecho para ayudar a nuestros amigos a descubrirlo y
ver su respuesta ante nuestras realidades?
¿Qué tan cercano es el Jesús que conozco?
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