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Estoy preparando lo que compartiré el domingo con mi iglesia local. Estoy emocionada por esa oportunidad y quiero exponer algo que ha hecho eco en mi corazón estos días. Al leer el libro de Jerram Barrs, "Learning Evangelism from Jesus" (Aprendiendo evangelismo de Jesús), en uno de los estudios acerca de las parábolas comenta que la imagen que regularmente tenemos del pastor que va por esa oveja perdida es de un joven apuesto y delgado cargando a una linda y pequeña ovejita en sus brazos. Sin embargo, la imagen que seguramente tuvieron quienes escucharon la parábola era de un pastor de edad, fornido y cansado, que trae sobre su espalda a una oveja crecida, cansada y recién rescatada de los peligros. A ese pastor le implicó un esfuerzo ir por ella.
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Me sirve recordar que Jesús es el buen pastor que va por la oveja perdida y se alegra al encontrarla. Me da gusto que puedo alegrarme por lo que estaban perdidos y ya no más caminan solos. Y me anima a seguir el ejemplo de este pastor.
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