En estos días he disfrutado de manera especial la naturaleza. Siempre me ha gustado disfrutar la brisa del mar, observar los animales, aprender de los ciclos naturales y otros aspectos de la creación. Pero nunca había disfrutado tanto como ahora. De pronto pareciera una dimensión no descubierta y enigmática. Me hace querer guardar silencio y reflexionar. Me lleva reconocer algo muy dentro de mi que me une a todo lo demás, porque aún cuando temo a los animales y respeto las adversidades del paisaje no puedo desconectarme o separarme de todo lo creado.
Siento tristeza y pesar al pensar en como el pecado (nuestro egoísmo) nos ha llevado a darle la espalda a Dios y por consiguiente a perder el foco y la armonía en todas nuestras relaciones, incluída la naturaleza. Y también, me lleva a considerar la grandeza y el poder de Dios: si los cielos, los árboles, los lagos y las montañas me dicen algo sobre Dios es acerca de su gran creatividad y poder. Su creación refleja mucho: Él debe ser indomable, grande, fuerte, justo, imponente, grandioso, detallista, vivo, diverso... y al conocer su revelación en Jesucristo esto se confirma y afirmamos también su humildad, amor, bondad e inclusión.
He disfrutado caminar, correr, andar en bicicleta y senderear. He caminado con amig@s o solo acompañada de Él. Ha sido maravilloso, porque hay cosas que en medio del ruido de nuestras creaciones no podemos ver, mucho está hecho a nuestra imagen rota y egoísta. Y de pronto, en medio de la "nada" me recuerda algo de quien soy, de quien es él, de su Verdad, su humildad, su amor y su compasión, pero no se hace domesticable, sigue siendo imponente...
Siento tristeza y pesar al pensar en como el pecado (nuestro egoísmo) nos ha llevado a darle la espalda a Dios y por consiguiente a perder el foco y la armonía en todas nuestras relaciones, incluída la naturaleza. Y también, me lleva a considerar la grandeza y el poder de Dios: si los cielos, los árboles, los lagos y las montañas me dicen algo sobre Dios es acerca de su gran creatividad y poder. Su creación refleja mucho: Él debe ser indomable, grande, fuerte, justo, imponente, grandioso, detallista, vivo, diverso... y al conocer su revelación en Jesucristo esto se confirma y afirmamos también su humildad, amor, bondad e inclusión.
He disfrutado caminar, correr, andar en bicicleta y senderear. He caminado con amig@s o solo acompañada de Él. Ha sido maravilloso, porque hay cosas que en medio del ruido de nuestras creaciones no podemos ver, mucho está hecho a nuestra imagen rota y egoísta. Y de pronto, en medio de la "nada" me recuerda algo de quien soy, de quien es él, de su Verdad, su humildad, su amor y su compasión, pero no se hace domesticable, sigue siendo imponente...
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