Mis lecturas del "Cómete este libro" de Eugene Peterson continúan desafíandome a una vivencia cotidiana de mi fe en Jesús. No puedo evaluarme a partir de mis habilidades para enseñar, dirigir, escribir o argumentar, sin considerar del día a día con la familia, los amigos, los estudiantes, la iglesia local; cómo enfrento mis problemas, las necesidades apremiantes de otros, la organización de mis tiempos y lo que decido ver en el internet o la t.v.
Así que pensé que un buen ejercicio para la publicación de hoy sería ser sincera con las cosas que estoy disfrutando en los ultimos días, junto a aquello con lo que estoy batallando y no logro comprender del todo. Cuando pienso en este tipo de cosas me ayuda recordar que "el sistema" y "el mundo" en el que vivo me invitan casi obligadamente a ignorar los detalles (las sonrisas, las flores, el té...) y a las personas que también habitan el planeta. Constantemente debo quitarme los lentes para no ver el mundo y pensar la vida con la mirada Hollywoodense de la "perfección" o la tragedia, ni con la superficialidad y fantasia telenovelesca. Tal vez lo más sutil para mi, es buscar información, datos y conocimiento, y no relacionarme verdaderamente, sentir y estar dispuesta a fallar muchas veces.
En las últimas semanas me cuesta abrir la Biblia con la misma emoción con la que abro otros libros, pero cuando empiezo a leer, a imaginar y orar la Palabra, me encuentro con un mundo y una realidad que explica quien soy y el mundo en que vivo. Pero no es tan fácil abrirla cada día, porque soy retada a arrepentirme. No siempre es así, hay otros momentos donde también me siento afirmada, consentida y animada, pero últimamente esa ha sido mi experiencia con la Palabra. Agradezco a Dios que me habla de tal forma, sin embargo, sigo luchando, esperando conocerle mejor. Jesús me sigue pareciendo dificil de aprehender y cuando leo Lucas, de pronto me siento muy bien en compañía de los discipulos, aunque expuesta ante mi falta de fe, y en otros momentos señalada por estar en compañìa de los fariseos y otros poderosos de la época y pensar o actuar como ellos. No tantas veces me identifico con las mujeres y niños ignorados a quienes Jesús reivindicó, pero cuando camino en el sentir de ellos, la mirada de Jesús también me cautiva.
En estas últimas semanas también retomé la disciplina de correr unas 3 a 4 veces por semana, pero con un toque diferente. Abdiel y yo hemos corrido desde que llegamos de Oaxaca, ha sido diferente y especial. Aparte de las bondades y el esfuerzo de correr, se ha convertido en un tiempo para estar al día con nuestras vidas, afuera del contexto del ministerio estudiantil y los demás trabajos compartidos. Creo que nos ha hecho bien, no siempre tenemos la misma fuerza o ganas, pero casi siempre al final terminamos contentos por el ejercicio y el tiempo de conversación. En ocasiones nos ayuda a correr el stress, a disfrutar de un atardecer en la playa o simplemente reconocer que hay valor en ver a Dios en lo común y ordinario.
Sigo leyendo sobre género, mujeres y micromachismos. Ya me voy dando cuenta que no es tanto un objeto de estudio, sino una búsqueda por explicaciones a las realidades sociales, espero escribir sobre esto más adelante....
Así que pensé que un buen ejercicio para la publicación de hoy sería ser sincera con las cosas que estoy disfrutando en los ultimos días, junto a aquello con lo que estoy batallando y no logro comprender del todo. Cuando pienso en este tipo de cosas me ayuda recordar que "el sistema" y "el mundo" en el que vivo me invitan casi obligadamente a ignorar los detalles (las sonrisas, las flores, el té...) y a las personas que también habitan el planeta. Constantemente debo quitarme los lentes para no ver el mundo y pensar la vida con la mirada Hollywoodense de la "perfección" o la tragedia, ni con la superficialidad y fantasia telenovelesca. Tal vez lo más sutil para mi, es buscar información, datos y conocimiento, y no relacionarme verdaderamente, sentir y estar dispuesta a fallar muchas veces.
En las últimas semanas me cuesta abrir la Biblia con la misma emoción con la que abro otros libros, pero cuando empiezo a leer, a imaginar y orar la Palabra, me encuentro con un mundo y una realidad que explica quien soy y el mundo en que vivo. Pero no es tan fácil abrirla cada día, porque soy retada a arrepentirme. No siempre es así, hay otros momentos donde también me siento afirmada, consentida y animada, pero últimamente esa ha sido mi experiencia con la Palabra. Agradezco a Dios que me habla de tal forma, sin embargo, sigo luchando, esperando conocerle mejor. Jesús me sigue pareciendo dificil de aprehender y cuando leo Lucas, de pronto me siento muy bien en compañía de los discipulos, aunque expuesta ante mi falta de fe, y en otros momentos señalada por estar en compañìa de los fariseos y otros poderosos de la época y pensar o actuar como ellos. No tantas veces me identifico con las mujeres y niños ignorados a quienes Jesús reivindicó, pero cuando camino en el sentir de ellos, la mirada de Jesús también me cautiva.
En estas últimas semanas también retomé la disciplina de correr unas 3 a 4 veces por semana, pero con un toque diferente. Abdiel y yo hemos corrido desde que llegamos de Oaxaca, ha sido diferente y especial. Aparte de las bondades y el esfuerzo de correr, se ha convertido en un tiempo para estar al día con nuestras vidas, afuera del contexto del ministerio estudiantil y los demás trabajos compartidos. Creo que nos ha hecho bien, no siempre tenemos la misma fuerza o ganas, pero casi siempre al final terminamos contentos por el ejercicio y el tiempo de conversación. En ocasiones nos ayuda a correr el stress, a disfrutar de un atardecer en la playa o simplemente reconocer que hay valor en ver a Dios en lo común y ordinario.
Sigo leyendo sobre género, mujeres y micromachismos. Ya me voy dando cuenta que no es tanto un objeto de estudio, sino una búsqueda por explicaciones a las realidades sociales, espero escribir sobre esto más adelante....
Una pregunta y un comentario en cuanto a este post:
ResponderEliminar1.- Como te acercas a la Palabra? Habría otras manera de acercarse a ella que te ayuden a revivirla?
2.- ¡Qué holístico tu "correr": ejercicio, relación, amor, belleza, frescura, palabras, pensamientos, relajación, esfuerzo, disciplina, descanso, compartir, etc., etc. ¡Qué buenos recuerdos me trae esto también de cuanto disfruté de mis "corridas" en Playas!