Dicen que el movimiento para la anulación del voto este 5 de julio es primariamente juvenil. Y la verdad, lo creo. Porque entre las reflexiones de aquellos que han luchado por la democratización del país durante el siglo XX se encuentra la necesidad de pasar la estafeta. Ni ellos ni nosotros nos conformamos con un aparato electoral de alta tecnología, vamos en busca de una justicia incluyente, que privilegie a los pobres y marginados y se atreva a mirar como ellos ven.
Porque vemos ahora el circo de la política donde unos pocos se pelean por poder, un poder que compra personas, privilegios, riqueza y los exime de la responsabilidad hacia aquellos que aún esperan algo o al menos ya no quieren que se les despoje de más. Yo no me presetaré a votar, eso está decidido, sin embargo, si alguien lo va a hacer, piénselo bien, considere las personas y si de todos maneras vas a las urnas, existe la posiblidad de anularlo. Con ello, de alguna manera estaremos diciendo algo. Que ya no estamos conformes, que estamos cansados y que queremos una verdadera transformación social. Sé que esto comienza en el corazón, pero aún cuando así sea nuestra responsabilidad es levantar la voz por quienes no la tienen, denunciar las injusticias, hacer justicia y hacer lo que podamos con lo que se nos ha dado.
Hasta para luchar se requiere de esperanza, por eso las grandes transformaciones se inspiran en las grandes esperanzas. Si tú sabes lo que sucederá, y esperas un cielo nuevo y una tierra nueva, entonces no hay justificación para la quietud e indiferencia. Al contrario, en la lucha del que ama y busca preservar la vida lo hace porque conoce su valor, y siempre habrá allí un inconfundible reflejo del Dios encarnado y los valores del reino que inauguró.
Porque vemos ahora el circo de la política donde unos pocos se pelean por poder, un poder que compra personas, privilegios, riqueza y los exime de la responsabilidad hacia aquellos que aún esperan algo o al menos ya no quieren que se les despoje de más. Yo no me presetaré a votar, eso está decidido, sin embargo, si alguien lo va a hacer, piénselo bien, considere las personas y si de todos maneras vas a las urnas, existe la posiblidad de anularlo. Con ello, de alguna manera estaremos diciendo algo. Que ya no estamos conformes, que estamos cansados y que queremos una verdadera transformación social. Sé que esto comienza en el corazón, pero aún cuando así sea nuestra responsabilidad es levantar la voz por quienes no la tienen, denunciar las injusticias, hacer justicia y hacer lo que podamos con lo que se nos ha dado.
Hasta para luchar se requiere de esperanza, por eso las grandes transformaciones se inspiran en las grandes esperanzas. Si tú sabes lo que sucederá, y esperas un cielo nuevo y una tierra nueva, entonces no hay justificación para la quietud e indiferencia. Al contrario, en la lucha del que ama y busca preservar la vida lo hace porque conoce su valor, y siempre habrá allí un inconfundible reflejo del Dios encarnado y los valores del reino que inauguró.
estoy de acuerdo Ale, yo tambien ya eh decidido no votar, la verdad los politicos trabajan por el voto, y no por la edificacion de la sociedad.No es posible quedarse con los brazos cruzados ante tanto juego politico, yo no veo genuinidad y responsabilidad en nuestros gobernantes, realmente no hay autoridad que no haya sido instituida por Dios, y nosotros debemos respetar nuestras autoridades. Solo queda orar porque ciertamente no hay a quien irle, oremos para que Dios establezca su reino a traves de nosotros.
ResponderEliminarSoy Adar eh! solo que escribi con la kuenta de la Universidad xD
ResponderEliminarNo es posible quedarse con los brazos cruzados ante tanto juego politico....!!!!
ResponderEliminarpls click here