Barcelona, España
Hoy por la mañana reflexionaba esta frase del Salmo 145:
"El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor."
Al pensar en cómo es Dios y lo que significan estas palabras para mi, me detuve en lo que significa ser clemente y compasivo... Pero más aún, me detuve un buen tiempo en la parte de lento para la ira. Pensar en la lentitud de Dios de pronto suena extraño, pero en el contexto de la frase creo que explica mejor cómo es el amor divino.
Las palabras hicieron eco porque contrastan con la idea que a veces albergo en lo profundo, acerca de Dios. El de alguien listo para castigar, que se enoja a la menor provocación y que actúa de forma airada. Es difìcil reconocer que esta imagen en ocasiones asalta nuestro corazón, pero por eso nos cuesta tanto trabajo confiar, porque no le conocemos, y tampoco reconocemos nuestras falsas ideas sobre Él.
Marilyn Stuart, cuando expuso este Salmo en la Asamblea Mundial, nos recordaba que no podemos basar nuestra idea de Dios en nuestras experiencias o emociones, sino sólo en su Palabra. El Dios en quien creo es "...clemente y compasivo. Lento para la ira y grande en amor."
Las palabras hicieron eco porque contrastan con la idea que a veces albergo en lo profundo, acerca de Dios. El de alguien listo para castigar, que se enoja a la menor provocación y que actúa de forma airada. Es difìcil reconocer que esta imagen en ocasiones asalta nuestro corazón, pero por eso nos cuesta tanto trabajo confiar, porque no le conocemos, y tampoco reconocemos nuestras falsas ideas sobre Él.
Marilyn Stuart, cuando expuso este Salmo en la Asamblea Mundial, nos recordaba que no podemos basar nuestra idea de Dios en nuestras experiencias o emociones, sino sólo en su Palabra. El Dios en quien creo es "...clemente y compasivo. Lento para la ira y grande en amor."
Él no reprime su enojo, pero es lento para actuar en base a su enojo. Espera que nos arrepintamos, nos da esa oportunidad. Esto que David escribió, son palabras para hoy. Hay mucho de su sentir, pero también está la verdad sobre quien es Él.
Que pueda yo y puedas tú, creer lo que dice la Biblia acerca de Dios...esta es mi petición.
Que pueda yo y puedas tú, creer lo que dice la Biblia acerca de Dios...esta es mi petición.
Amén.
ResponderEliminarMe apropio de la misma oración, pensando específicamente en mi familia: mis abuelos, mis tíos y mis primos que aún no le conocen como tú y yo hemos empezado a conocerlo... Que tod@s ell@s puedan creer lo que dice la Biblia acerca de Dios...
Gracias Ada. Un abrazo!
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