No es el protagonista de la historia, ni el que lleva a cabo la acción.
No es a quien todos ven o de quien todos se maravillan.
El testigo es quien observó, vivió, palpó, escuchó y sintió.
El testigo da fe de lo acontecido, es quien conoce los hechos y los da a conocer.
El testigo no construye ficciones, revela historias del pasado, las explica en su contexto.
No defiende a nadie, cuenta su experiencia, provee evidencias, recurre a su memoria.
Es valiente para decir la verdad, a pesar de los intereses de otros.
De entre muchas cosas, Dios nos llama a ser sus testigos...
Me fui tres días (dos noches) y Luciana se quedó su papá y con la ayuda de los tatas, el tito, su abue y su tía. Tenemos toda una tribu que nos acompaña. Aún así, viajar sin ella fue UNA DE LAS DECISIONES MÁS DIFÍCILES QUE HE TOMADO. No estoy exagerando, sentí como algo en mí se des-configuraba y hasta dolía. La decisión de viajar me ha costado ver muy adentro de mí misma, mis miedos y mis propias expectativas. La maternidad me ha llevado de la mano para evaluar mi vocación y limitaciones. Toda esta experiencia está provocando algo en lo profundo. Luciana tiene 15 meses, camina, se expresa, habla muchas palabras sueltas y entiende muy bien lo que le decimos, en inglés y en español. Es una niña muy fuerte, sociable y sabe bien lo que quiere, juguetona, gritona y de más observadora. Dejarle por estos días parecía ir contra mi naturaleza. Me cuestionaba mis propios principios y al mismo tiempo se reflejaban miedos y mentiras impuestas. Físicamente era demandante, sacarme leche y tirar...
Me gusta, me gusta !!
ResponderEliminarRecordé a los discípulos de Jesús. Que padre hubiera sido ser un testigo presencial de Jesús.
Gracias por estas sencillas apreciaciones sobre el testimonio. Me gustan pues abren el universo del pensamiento para mejor pensar y amar a todos quienes nos rodean a diario...
ResponderEliminarMe atengo a lo dicho: testigo, por sobre todo...