No es el protagonista de la historia, ni el que lleva a cabo la acción.
No es a quien todos ven o de quien todos se maravillan.
El testigo es quien observó, vivió, palpó, escuchó y sintió.
El testigo da fe de lo acontecido, es quien conoce los hechos y los da a conocer.
El testigo no construye ficciones, revela historias del pasado, las explica en su contexto.
No defiende a nadie, cuenta su experiencia, provee evidencias, recurre a su memoria.
Es valiente para decir la verdad, a pesar de los intereses de otros.
De entre muchas cosas, Dios nos llama a ser sus testigos...
"Antes de edificar" Ante la invitación de dar las conferencias en un campa de Compa en Veracruz trabajé tres exposiciones sobre el libro y la vida de Nehemías. Publicaré una por semana, esperando que mis notas sean de utilidad, reflexión y edificación a quienes me acompañen. Esta exposición es del capítulo 1. Introducción Debo confesar que al principio tuve cierto prejuicio con la historia de Esdras y Nehemías. No me llamaba la atención la historia de una construcción y mucho menos de un muro,pues vivo en Tijuana, una ciudad marcada por un tremendo muro que divide familias….Entonces, tengo cierto resentimiento contra los muros… Pero reconozco que después de adentrarme en la historia de Nehemías y su mundo, me encuentro cautivada. Es una historia que implica mucho más que la construcción de un muro, es la historia del pueblo de Dios en el exilio (en el destierro) y de cómo ese pueblo se identificó con la historia de Dios para el mundo y para ellos, y comenzó a vivir ...
Me gusta, me gusta !!
ResponderEliminarRecordé a los discípulos de Jesús. Que padre hubiera sido ser un testigo presencial de Jesús.
Gracias por estas sencillas apreciaciones sobre el testimonio. Me gustan pues abren el universo del pensamiento para mejor pensar y amar a todos quienes nos rodean a diario...
ResponderEliminarMe atengo a lo dicho: testigo, por sobre todo...