Mi corazón tomará el vuelo hasta no saber que tú sostienes el hilo cerca de tu pecho. La firmeza de tus manos y la disposición para volar pueden ayudar, pero mi papalote estará seguro, solo convencido que al caer tú correrías con todo para rescatarlo.
Pero tampoco es suficiente que nos creamos suficientes, no demeritemos que el tiempo hace estragos y cuenta sus lecciones. Escuchar y conocer bien al papalote nos ayuda a saber cuanto volará, si resistirá, pero aún así, la palabra final sería decisión conjunta. Alguien nos dirá qué tanto soltar, qué tanta cuerda jalar, correr, sostener o simplemente esperar...
Que lindo texto Ale, muy hermoso!
ResponderEliminarGracias por tu comment, Diel!
ResponderEliminarAle...me dejas hacer una canción de este texto?
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